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El pinito enano

 

Érase que se era un bosque de pinos gigantes. Eran altos, tan altos, que querían alcanzar las nubes. Entre ellos, creció una vez, un pinito enano. 

-Cuando sea grande como mis hermanos, me llenaré de nidos -pensaba. 

  Pero se quedó chiquito, muy chiquito. 

  Los pichones tenían miedo de anidar en él. 

  ¿Estarían seguros sus pichoncitos en un pino tan bajo? 

  Al principio, el pinito sufría. Los pinos gigantes se burlaban de él. Después empezó a hablar con los pichones.

-No tengan miedo -les decía -Pronto vendrán papá y mamá. -Les contaba cuentos, les cantaba canciones. 

  Cuando les crecieron las plumas altas, volaron hacia el pino enano. 

-¡Hola! -le decían- ¡Qué lindas ramitas tienes!

  ¡Cuánto se querían el pinito y los pichones! Cuando llegó el otro{o, tuvieron que viajar con sus papás. Se despidieron del pinito enano. 

-En la primavera te veremos -Le dijeron.

  Al volver, ya no eran más pichones. Hicieron sus nidos cerca del pinito. Los pinos gigantes no alcanzaron las nubes. Pero el pinito enano alcanzó el corazón de los pichones.

 

Berta Finkel 
(Adaptación de "El pino" de Hans Christian Andersen) 


 

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